
No critiques, porque la crítica destruye. Sé tú un ejemplo vivo y disculpa los errores ajenos, porque no hay sólo personas, sino enfermos e ignorantes de esta ley: todo lo que hacemos a los otros, recae sobre nosotros, ya sea bien o mal, críticas o tolerancia.
Trata de corregir con calma a los que caen y procura disimular las imperfecciones de los otros de la misma manera que esperas que disimulen tus errores. La vida es un intercambio recíproco de buena voluntad en que recibimos aquello que damos. Da tolerancia y recibirás comprensión y amor, y tu vida será un paraíso sin dolores ni sufrimientos.
(By: Lerson Rafael Twitter: @Nosrel)
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